Un esguince de tobillo es una lesión común que puede causar molestias y limitaciones en la movilidad. Ya sea que hayas sufrido un esguince leve o más grave, es crucial abordar adecuadamente la recuperación para asegurarte de que tu tobillo sane de manera óptima y minimizar las posibilidades de futuras lesiones. En esta guía, exploraremos los pasos clave y las recomendaciones para curar un esguince de tobillo de manera efectiva, ayudándote a volver a la acción lo antes posible.
¿Qué es un esguince de tobillo?
El esguince de tobillo, un desgarro o rotura de los ligamentos, es una lesión que puede afectar tanto a la parte interna como a la parte externa del tobillo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la lesión se produce en los ligamentos laterales externos.
¿Cómo se produce la lesión?
Mayoritariamente, el esguince de tobillo se origina por una torsión en la que la cara lateral del pie recibe la mayor presión, aunque en ocasiones se produce una torsión inversa en la que todo el peso recae sobre la cara medial del pie. El primer tipo, conocido como esguince lateral, es el más común y suele ocurrir debido a un mal apoyo del pie al aterrizar después de un salto, durante una carrera con perturbaciones, o incluso por un traumatismo que fuerza al tobillo a adoptar esa posición de manera forzada.
En contraste, el segundo tipo, el esguince medial, es mucho menos frecuente y generalmente se produce como resultado de un traumatismo directo. Según estudios epidemiológicos, los esguinces laterales representan el 95% del total de esguinces de tobillo, mientras que los esguinces mediales constituyen solo un 5%.
¿Cuáles son los signos y síntomas?
Esta rotura o desgarro parcial del ligamento conlleva una hemorragia o derrame sanguíneo que se manifiesta rápidamente en el tobillo, resultando en un abultamiento similar a medio huevo de color morado o rojo en la zona lesionada. Además de este derrame, el pie experimenta una pérdida de su movilidad normal debido al dolor y a la restricción del movimiento causada por la acumulación de líquido en el tobillo, lo que limita la capacidad de caminar y lleva a una cojera progresiva.
Los síntomas comunes de un esguince de tobillo incluyen:
1. Dolor en el tobillo, que puede irradiar hacia el pie, especialmente al correr, saltar, caminar o al apoyar el pie, dependiendo de la gravedad de la lesión.
2. Inflamación evidente en la zona afectada.
3. Sensación de inestabilidad en el tobillo.
4. Falta de confianza al apoyar el pie, debido a la percepción de debilidad en la articulación.
Clasificación del esguince de tobillo
Grado I: Un esguince grado uno es leve, el ligamento solo presenta micro-roturas. En este sentido, el dolor es leve y pocas veces hay inflamación.
Grado II: Los esguinces grado dos son moderados, en este caso el ligamento está parcialmente roto. Además, el dolor es mayor y hay dificultad para caminar, hay presencia de inflamación.
Grado III: Los esguinces grado tres son graves debido a que hubo una rotura completa del ligamento. Dolor severo e imposibilidad para caminar, se puede apreciar un gran hematoma.
¿Qué hacer en el momento para curar un esguince de tobillo?
Cuando te enfrentes a un esguince de tobillo, es importante tomar medidas inmediatas, ya que, si la inflamación no es intensa, se recomienda descansar durante al menos un día, limitando la actividad física pero intentando caminar brevemente en los primeros días. Posteriormente, en caso de una inflamación más pronunciada, se aconseja aplicar hielo durante 10-15 minutos, hasta tres veces al día, mientras tratas de caminar, siempre y cuando no experimentes una cojera excesiva. Lo importante de todo esto, es que no pierdas la motivación por el fútbol, porque con un buen tratamiento te recuperarás pronto para volver al campo de juego.
¿Cómo curar un esguince de tobillo y qué tratamiento debo seguir?
La forma en que se aborde el tratamiento inicial y los cuidados en los días posteriores es crucial para lograr una pronta recuperación sin secuelas. En contraste, un esguince mal atendido podría convertirse en un problema crónico con repercusiones no solo en el tobillo, sino también en las rodillas, caderas y espalda a largo plazo. A continuación, te presentamos 4 consideraciones importantes que debes tener en cuenta cada vez que te enfrentes a un esguince de tobillo:
1. Es de vital importancia tratarlo los primeros 2-3 días desde la torcedura.
1.1. Esguince de tobillo grado 1-2 (leve-moderado). Tratamiento en fase aguda o reciente
En los primeros días siempre es conveniente:
1. Aplicar compresas frías o aplicar frío mediante una bolsa de hielo.
2. Mover el tobillo lo más que sea posible, apoyar incluso si el dolor lo permite.
3. Tomar Árnica.
4. Aplicar un vendaje funcional de tobillo (que proteja al tobillo del movimiento que generó la lesión).
1.2. Esguince de tobillo grado 2-3 (moderado-grave). Tratamiento en fase aguda o reciente.
El tratamiento en el esguince de tobillo moderado a grave consta de:
1. Emplasto de arcilla roja con vinagre de vino tinto para reducción y reabsorción del hematoma.
2. Tomar Árnica.
3. Mueve el tobillo lo más que sea posible, apoyar incluso si el dolor lo permite. Si no es posible el movimiento del tobillo mueve los dedos del pie.
4. Aplicar un vendaje funcional (que proteja al tobillo del movimiento que generó la lesión).
5. Utilizar compresas frías o bolsas de hielo.
2. No inmovilizar nunca un esguince mediante una férula de escayola.
En el pasado, la respuesta común ante un esguince de tobillo implicaba la inmovilización mediante una escayola durante un período prolongado, a menudo de 15 a 30 días. Sin embargo, en la actualidad, esta práctica ha evolucionado, y generalmente no se recomienda inmovilizar un esguince de tobillo, a menos que se presente junto con una fractura. Además, la inmovilización prolongada puede resultar en la atrofia de los músculos y la pérdida de la propiocepción, un sentido crucial que nos permite tener conciencia de la ubicación de nuestro cuerpo en el espacio circundante.
3. Un emplasto de arcilla roja con vinagre tinto es un remedio inmejorable para los primeros días.
Un método efectivo y natural para acelerar la reabsorción de un hematoma causado por un esguince es la aplicación de un emplasto de arcilla roja mezclada con vinagre de vino tinto. Esta antigua técnica, utilizada desde hace siglos, resulta beneficiosa no solo en el contexto de esguinces, sino también en cualquier situación donde sea necesario promover la reabsorción de hematomas.
4. Realización de un vendaje funcional para empezar a andar lo antes posible.
El vendaje funcional es una técnica que, cuando se aplica en el tobillo, limita el movimiento que causó el esguince, pero al mismo tiempo permite que otros movimientos se realicen con normalidad.
¿Qué hacer los próximos días para curar un esguince de tobillo?
En los días siguientes, puedes comenzar a realizar ejercicios de movilidad y algunos ejercicios de fortalecimiento para los músculos que rodean la articulación del tobillo.
¿Cómo prevenir y curar un esguince de tobillo?
El esguince de tobillo es de las lesiones más comunes, pero se puede prevenir. Te presentamos algunos consejos que puedes seguir para evitar esta lesión:
1. Utiliza un calzado adecuado durante las actividades, ya que aplicará tensión sobre el tobillo.
2. Evita usar zapatos con tacón alto.
3. Corre sobre superficies planas y secas.
4. Siempre realiza estiramientos y un calentamiento adecuado antes del entrenamiento.
5. Realiza ejercicios de propiocepción, además estos mejorarán tu coordinación y equilibrio.
6. Realiza ejercicios que fortalezcan la musculatura del tobillo.
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